Si nos preguntáramos ¿cuánto vale una obra de arte? La respuesta más próxima a su precio, sería lo que alguien esté dispuesto a pagar por ella. El valor de mercado de una pieza lo dictan la oferta y la demanda (como pasa con todo producto).
Este fin de semana se ha celebrado la 41 edición de ARCO y aún es pronto para conocer los precios más altos alcanzados en la feria, obras más polémicas incluidas.
Recientemente saltaba la noticia del alquiler de la colección Carmen Thyssen por un valor de 1.700 millones de euros; sólo el Mata Mua de la colección está valorado en 250 millones. No se ha hecho público quién ha llevado la tasación, pero llama la atención el elevado precio de algunas de las obras. Tasar o valorar una obra de arte no es una ciencia exacta y en Valmesa somos sabedores que son muchos los factores a tener en cuenta para calcular su valor: la autoría del autor, su calidad, estado de conservación, la técnica, si está firmada, la datación en la carrera del artista (hay épocas más o menos cotizadas), la procedencia (es más valiosa a más relevancia hayan tenido sus anteriores propietarios), si incluye algún estudio técnico, la rareza y la dificultad de encontrar en el mercado otras obras similares.
Aporta también valor a la obra, cuanto más inalcanzable y exclusiva haya sido (no se valora igual una obra que se haya puesto muchas veces a la venta que otra que apenas se haya visto en el mercado)
De igual manera, en el valor de una obra de arte influye y mucho las tendencias. Existen autores contemporáneos muy cotizados que arrasan entre los coleccionistas Millenials asiáticos. Para evitar que el factor demanda por especulación afecte al valor de la obra, los expertos tasadores valoran siempre a medio y largo plazo, no dejándose llevar por las modas.
A la hora de valorar una pieza, nuestros técnicos tasadores, toman como referencias las bases de datos del mercado del arte (Artnet y Artprice son las más consultadas), que recopilan las ventas públicas en las últimas décadas. Y en función de la finalidad de la tasación, se realiza una valoración de mercado, una de herencia y otra para asegurarla.
El valor económico de una obra lo marca la demanda del mercado, siempre con una horquilla entre una estimación baja y otra alta. Para casos de herencias, se suele emplear una estimación media y en el caso de seguros se emplea la estimación más alta + 50% del valor y para todas ellas se toman referencias de precios en el primer y el segundo mercado.
El primer mercado lo conforman las galerías de arte que promocionan a sus propios artistas. El segundo mercado, es el de segunda mano y lo conforman las casas de subastas donde las obras de arte ya se han puesto a la venta al menos una vez. En el caso que la obra va a ser presentada en subasta, las estimaciones son más conservadoras para que su precio resulte atractivo.
Si hablamos de obras por venta privada, la estimación es más exacta, pues se busca a un único comprador que pague por su precio neto. En cualquier caso, la valoración de una obra de arte no deja de ser una radiografía del valor de la pieza en un momento en concreto y la volatilidad de los mercados puede hacer que lo que hoy se tasa por un valor, su estimación cambie de la noche a la mañana.
Hoy estamos en pleno conflicto bélico en Ucrania, con la economía rusa bloqueada (donde unos no podrán comprar y otros tendrán que vender parte de sus obras para ganar liquidez); las bolsas se han desplomado y resistimos ya dos años en pandemia. Entonces, ¿cuánto vale esa obra adquirida este fin de semana en ARCO? Solo el tiempo, los mercados y una nueva valoración lo dirá.
Si tienes alguna duda sobre cómo valorar tus obras de arte, te contamos todo en este enlace, estaremos encantados de asesorarte en tu tasación.